Chef's Universe

La categoría de la comida callejera siempre es interesante. Cuando se sirve a los clientes, se trata de un plato sencillo con un toque final, pero es una cultura culinaria muy refinada que se adapta perfectamente a los ingredientes locales y a los estilos de vida regionales, y que coexiste con la competencia en la misma calle. No importa a qué parte del mundo viajes, su encanto lo dice todo, pero el sudeste asiático es un verdadero tesoro en lo que respecta a la comida callejera, y entre ellos, Tailandia destaca por su calidad, diversidad, dinamismo y placer.

 

En el dinámico y competitivo mundo de la alta cocina en Bangkok, el chef Chalee Kader se destaca como un verdadero visionario, no por inventar una nueva cocina, sino por elevar magistralmente un plato callejero a la categoría de arte con estrellas Michelin. En su restaurante Wana Yook, Kader ha transformado el querido "khao kaeng" —un sencillo plato de arroz y curry— en un viaje culinario elegante y profundo.
Se dice que el 60-70% de los restaurantes con estrellas Michelin de Tokio utilizan este pato. El chef Namae, de L'effelverscence, tuvo numerosas sesiones con el Sr. Kato, de Iyasaka, hasta que quedó satisfecho con el pato.Cada uno de los tres restaurantes utiliza una parte diferente del pato, y cada plato ofrece una sensación particular a los clientes.
Alexis MOKO es el chef propietario de un magnífico restaurante situado en una gran machiya (casa de pueblo tradicional) reconvertida en Marutamachi, Kioto. En su segundo año de actividad, obtuvo una estrella Michelin. Parece un buen comienzo, pero acaba de atravesar el túnel de pruebas y tribulaciones provocado por la tormenta pandémica.
El chef Iguchi tiene una excelente perspectiva que le permite combinar y equilibrar sabores, texturas, temperaturas y cambios a lo largo del tiempo. Cuando se trabaja como chef en un restaurante en el que se supone que las habilidades creativas son el tema principal, éstas pueden verse difuminadas por factores que se filtran desde diversos ángulos esperados.
El chef Yuichiro Watanabe lleva toda la vida siguiendo un curso de élite. Se formó en el Instituto Culinario Tsuji de Francia, en Courchevel y en el dos estrellas Le Chabichou de Saint-Tropez. A continuación ocupó un puesto en Le Maestro Paul Bocuse y fue nombrado chef del Grupo Robuchon, pero en lugar de aspirar a un puesto más alto, fue a formarse a los restaurantes de otros chefs y volvió para perfeccionar sus habilidades, siempre consciente de la necesidad de formarse y mejorar rigurosamente.