El Coulant

Bajo su aparente sencillez, el Coulant esconde todo el saber hacer y la sensibilidad de Michel Bras. Auténtica proeza técnica, su receta ha necesitado más de dos años para crear una revolucionaria: una galleta que se rompe, para liberar un corazón de chocolate derretido. Tras muchas pruebas, Michel nos cuenta que sintió una alegría inexpresable cuando vio el primer coulant.

Un invento genial inspirado en un episodio familiar. 

Un día nevado de invierno, cuando Michel, su mujer Ginette y sus hijos regresaron de esquiar, se sentaron juntos en la mesa en silencio mientras Ginette preparaba chocolate caliente. Las manos empezaron a calentarse alrededor de la taza humeante, las lenguas se soltaron y la mesa volvió a animarse.

Michel creó el coulant para expresar este sentimiento de alegría, y su postre estrella sigue influyendo en cocineros de todo el mundo desde su invención en 1981.